La insulina puede disminuir la perdida visual a largo plazo
Cuando se padece diabetes y no se cuida apropiadamente, pueden surgir complicaciones en diferentes partes del cuerpo incluyendo los ojos, generando enfermedades que pueden llevar a la ceguera.
La diabetes mellitus es una enfermedad del metabolismo caracterizada por un aumento sostenido en la glicemia, secundario a falta de producción de insulina endógena o a una eficiencia disminuida de la misma.
Los efectos de la glicemia elevada en los ojos del paciente son variados. En casos iniciales provocan variaciones refractivas que generan aumentos o pérdidas de la agudeza visual, por ejemplo, cuando se presenta un episodio de hiperglucemia el cristalino experimenta variaciones que desembocan en miopía, lo que hace que el paciente tenga dificultades para ver de lejos. También se puede presentar que el paciente con hipermetropía o con presbicia experimente mejoría en la visión por efecto de la miopización que causa hiperglucemia.
Tener diabetes cambia la vida desde el momento en que conoce que se padece. Se debe empezar a actuar para mantenerla controlada ya que si los niveles de glucosa en la sangre se suben demasiado, pueden causar daños severos e irreversibles en varios órganos, incluyendo los ojos.
Para evitar la progresión del daño por diabetes se debe hacer un control estricto de las glicemias y para ello se requiere el uso de la insulina en la mayoría de los casos. Los niveles elevados de glucosa afectan el sistema cardiovascular, los nervios, los riñones y en el caso de los ojos ocasiona un daño en la microcirculación provocando isquemia en la retina, la cual conduce al desarrollo de retinopatía diabética. Simultáneamente a este daño micro vascular, se produce otros daños en otras partes del ojo como el cristalino, la córnea y el nervio óptico.
El uso de la insulina para lograr un adecuado control de la glicemia, ocasiona temor en los pacientes la mayoría de las veces, ya que es frecuente que la gente piense que perderá la visión, lo cual no es cierto. Aunque si está demostrado que se presentan algunas alteraciones en la visión recién se inicia el tratamiento riguroso de la diabetes, a largo plazo esta es la única forma de evitar la ceguera por diabetes realizando un tratamiento estricto y constante.
La ceguera en pacientes diabéticos es particularmente invalidante. El estilo de vida del paciente diabético se ve especialmente perturbado por los problemas oculares, ya que estos problemas de visión afectan la capacidad para autocuidarse. Mediante control y tratamientos oftalmológicos adecuados, más del 90% de los casos de ceguera por diabetes se pueden evitar.